Errores comunes en jardinería

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Muchos jardineros prefieren aprender a las bravas. Pero también está bien conocer algunas cuestiones básicas de antemano para no meter la pata en exceso y frustrarnos demasiado con un hobby que sin ser excesivamente difícil si tiene algunas cuestiones a tener en cuenta. Listamos algunos errores comunes que suelen cometerse en los jardines.

 

 

No revisar las condiciones del suelo

Tendemos a olvidar que el suelo es como un organismo vivo, siempre cambiando y evolucionando. Las condiciones del suelo pueden fluctuar con la cantidad de lluvia, la erosión o la falta de drenaje. Algunas plantas agotan ciertos nutrientes del suelo más que otras.

Vale la pena comprobar el nivel de pH y el perfil mineral del suelo y hacer las modificaciones necesarias unas semanas antes de la época de siembra.

La materia orgánica tiene un efecto modulador en la química del suelo, por lo que cuanto más humus tenga el suelo, menores serán las fluctuaciones químicas. Agrega abundante abono orgánico.

 

 

Regar demasiado

La mayoría de los jardineros noveles son culpables de este crimen. Puede ser necesario regar con frecuencia en los primeros momentos, pero una vez que las plantas hayan desarrollado unas buenas raíces, riégalas a intervalos regulares.

Las raíces de la mayoría de las plantas odian ahogarse en el agua. Como cualquier otro tejido vegetal, las raíces necesitan respirar. Se ahogan si todas las bolsas de aire en el suelo están llenas de agua todo el tiempo. Incluso cuando el suelo superior parece seco, las capas inferiores podrían estar empapadas.

Las plantas que se riegan con frecuencia se marchitan fácilmente al sol. Cuando el intervalo entre riegos se incrementa gradualmente, las plantas se endurecen y aprenden a sobrevivir. Sin embargo, un exceso de agua puede matarlas rápidamente.

 

Riego escaso y poco profundo

Este es un error cometido por aquellos que riegan sus plantas con una manguera de jardín. Rocías la parte visible, lavando el polvo de las hojas y dando a toda la planta una buena ducha. Satisfecho, pasas por alto el hecho de que las raíces tienen muy poca agua. Cuando veas que las plantas se ven mustias con el sol de la tarde, puedes darles otra ducha rápida.

Las plantas beben agua a través de sus raíces. Baja la frecuencia de riego, pero cada vez que riegues las plantas hazlo profundamente. El riego por goteo garantiza un riego profundo. También ayudan a ahorrar agua.

 

Escoger la localización equivocada

Hay algunas plantas de bosque que han evolucionado para sobrevivir en lugares sombreados, pero si siembras plantas amantes del sol a la sombra, simplemente no prosperarán.

A muchas personas les gusta decidir dónde poner una planta en función de donde quedarán mejor. Pero cuando se trata de la ubicación de tus plantas, tu principal preocupación debe ser el sol y las necesidades de sombra de cada planta. Si la etiqueta de una planta dice que necesita sombra, ¡dale un lugar con sombra!

Y si sospechas que una de las plantas que ya está en tu jardín no está recibiendo la cantidad correcta de sol. Muévela. Es fácil mover la mayoría de las plantas y se recuperarán en poco tiempo.

 

 

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