Plantar Semillas al Aire Libre : Siembra Directa

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Cultivar semillas en interior es una buena manera de ampliar y mejorar tu jardín. Otra opción es diseminar las semillas directamente en el suelo de tu jardín al aire libre. Plantar semillas de esta manera se llama siembra directa, y es un proceso fácil que produce grandes resultados.

A diferencia de la siembra de semillas en interiores, en la siembra debes lidiar con elementos impredecibles: clima, animales e insectos. Aun así, muchos vegetales, plantas anuales, hierbas y plantas perennes brotan fácilmente de las semillas sembradas directamente en el suelo del jardín.

 

Vegetales

Los cultivos a los que les gusta el calor y que necesitan una larga temporada para crecer, como el tomate, el pimiento o la berenjena, no producen un rendimiento tan alto cuando se siembran directamente, especialmente en regiones con temporadas de crecimiento cortas. Por tanto, lo mejor sería sembrar estas semillas en interiores primeramente.

 

Flores

Algunas flores germinan mejor en suelo fresco y deben sembrarse directamente al principio de la temporada de crecimiento. Aunque hay muchas otras que es preferible hacerlo en interior.

Los anuales que requieren mucho tiempo para crecer a partir de la semilla se inician mejor en interiores. Otras plantas anuales de estación cálida, como la caléndula , crecen rápidamente a partir de semillas sembradas directamente.

 

Paso a Paso

Preparar el suelo. Utiliza un rastrillo de mano para soltar la tierra. Ahueca la tierra y retira palos, piedras y raíces. Añade fertilizante y materia orgánica, para crear la situación de cultivo ideal para tus plantas. Termina creando una superficie llana.

Empieza a cavar. La mayoría de los paquetes de semillas explican la profundidad de plantación. La regla general es plantar a una profundidad igual a tres veces el diámetro de la semilla. Hay excepciones. Algunas semillas requieren luz para germinar y deben descansar en la parte superior del suelo. Presiona firmemente dichas semillas contra la tierra con una tabla para asegurarte de que la humedad cubra bien las semillas.

 

Sigue estas otras pautas con las semillas:

  • Cuando siembres semillas extremadamente pequeñas mezcla las semillas con arena para ayudar en la dispersión.
  • Cuando siembres semillas más grandes crea un surco largo y esparce las semillas a la distancia adecuada. Puedes usar un pequeño palo para formar hoyos individuales de siembra.

 

 

La humedad importa. Después de plantar, riega las semillas con una suave ducha o neblina de spray. Evita crear charcos o usar un spray fuerte. Es vital mantener el suelo constantemente húmedo. En un lugar soleado esto puede significar regar dos veces al día.

Marca el lugar. Marca bien las áreas de plantación, especialmente si están escondidas entre las plantaciones existentes. Usa marcadores de jardín, estacas y o cordones… cualquier cosa que defina claramente dónde se entierran las semillas.

Identificar plantas. Aprende cómo se verán tus plántas para que no las arranques erróneamente como malas hierbas. Algunos paquetes de semillas muestran su apariencia; también puedes encontrar ilustraciones o fotos en internet. En caso de duda, deja que la planta permanezca hasta que sepas con seguridad si es “amiga o enemiga”.

Estate atento a las plagas. Mantente atento y proteje las plantas contra babosas, caracoles, gusanos y otras plagas de insectos.

 

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